GLASGOW: Project Ability

Llegada a Glasgow desde un tórrido Madrid.

Glasgow huele a familiaridad. Es la humedad que ya conocí en otros viajes.

La humedad y el sonido de las gaviotas, los edificios industriales de ladrillo con grandes ventanales, las caras. Yo he estado ya aquí, sin haber estado nunca… sin duda habrá sido acompañando al monigote del google map.

También me huele a algún condimento que no tengo aún identificado, y que me pone el estómago en punta. Pienso en ese olor y lo que me viene a la mente es la salsa de carne concentrada, que debo haber olido una vez en la vida antes de venir aquí. Tengo que comprobarlo.

Llegué a las doce de la noche y no encontraba a nadie que me atendiese en el hostel, todo cerrado a cal y canto. Apareció un estudiante asiático, muy servicial. Me ayudo a encontrar a la encargada y a subir mi maletón cuatro pisos, que luego tuve que bajar yo.

Primer día hacia Trongate 103, camino por el city center mirando todo. 

Trongate es la continuación de Argyle, una calle comercial y populosa. También la hermana pobre:  menos comercios, muchos locales en alquirer, edificios ruinosos y, a partir de cierta hora, borrachos. Project Ability está en Trongate 103 es otro más de esos edificios industriales remodelado y reconvertido en centro para el arte. En la planta baja hay dos galerías y un café. En la primera plata  oficinas, entre ellas la del Project Ability que además cuenta en esa misma planta con una sala de exposiciones y una pequeña tienda. En la segunda un estudio de grabado. En la tercera el P.A. Y en la cuarta estudios independientes para artistas.

 

Como ya he dicho, los talleres del Project están en la tercera planta. Aqui van unas fotos que pueden dar una pequeña idea de como es el espacio, pero realmente es mas grande aún porque da toda la vuelta. Como veis es amplio y luminoso y, a parte de las zonas de taller que se ven aquí, cuenta con un taller para cristal, un taller de ceramica, sala de edicion de video, dos salas de reuniones y un archivo de obras. Es impresionante, sobre todo por la cantidad de metros, de espacio para trabajar. De hecho nunca da la sensacion de estar lleno a pesar de que en los grupos de trabajo suele juntarse una media de 15 o 20 personas, e incluso pueden coincidir varios grupos de trabajo diferentes.

El lunes me incorporo a su dinamica, que comienza a las 10 de la mañana. 

El trabajo se organiza en grupos de dos horas, con una parada a las 12 para comer. Los grupos, de hasta 15 personas, están a cargo de dos tutores que enseñan técnicas y facilitan el material más indicado y el aprendizaje de cada participante.

La primera impresién es un poco de desconcierto porque, al conocer el idioma, esperaba entenderme más facilmente con los participantes. Pero el acento escocés resulta a veces incomprensible. Poco a poco. 

Me cuentan, y compruebo, que los lunes son días tranquilos. En general este centro tiene bastante actividad porque llevan a cabo tres programas diferentes: uno para personas con dificultades de aprendizaje (Aspire), otro para niños y adolescentes con discapacidad (Create), y otro para personas con problemas mentales (Connect). Pero además ceden las salas de reunión a distintas asociaciones y, por la tarde, se llevan a cabo talleres para niños. Un espacio bien aprovechado.